En 1777 George Washington ordenó la creación de Springfield Armory para almacenar municiones y carros de armas para la Guerra Revolucionaria Americana.
En 1794, The Armory comenzó a fabricar mosquetes para un país joven. Durante los siguientes 150 años, funcionó como proveedor de todos los principales conflictos estadounidenses, así como un "think tank" para nuevos conceptos de armas de fuego.